Hace unos días nos hacíamos eco de la droga más psicoactiva más consumida en el mundo, la cafeína, que mayoritariamente la consumimos a través del café.
Y es que el café es una de las bebidas más consumidas del mundo y también uno de los productos mercables que más se exporta en todo el mundo. Solo en España, 22 millones de personas consumen al menos un taza de café al día.
Pero una simple taza de café no solo es agua manchada con un poco de cafeína. En realidad, en una simple taza de café, además de minerales, vitaminas (B2, B5 y B3) y antioxidantes, encontramos más de un millar de sustancias diferentes.
Aroma de cucaracha
Una taza de café contiene 2-etilfenol, un alcohol aromático. Lo más curioso es que este alcohol aromático también se halla presente en las feromonas de la cucaracha. En el caso del café, el 2-etifenol potencia el aroma del café recién hecho.
Anticaries y antioxidante
En una taza de café también encontramos vitamina B3, aportándonos el 2% de la también llamada niacina que diariamente requiere nuestro organismo. Esta vitamina nos mantiene la piel lustrosa y mejora el funcionamiento del sistema nervioso.
Tras el metabolismo de la niacina aparece trigonelina, que ayuda a prevenir la caries, debido a que impide que algunos tipos de bacteria se adhieran a los dientes. Finalmente encontramos ácido cafeico, tal y como explica Cristina García-Tornel en su libro Compendio general e innecesario de cosas que nunca pensó que le fueran a importar:
este ácido clorogénico ayuda a combatir los radicales libres que produce nuestro organismo lo que se traduce en un efecto antioxidante beneficioso para la salud. Curiosamente, en una taza de café están presentes hasta el 70% de los antioxidantes que deberían formar parte de la dieta diaria.
Peste
Entre las muchas sustancias presentes en el café también hallamos, en muy bajas concentraciones, algunas que desprenden un hedor muy desagradable. Como la putrescina, una diamina que se crea al pudrirse la carne.
También encontramos un sulfuro orgánico, el dimetil disolfuro, que además de estar presente en las heces humanas y en la halitosis, aparece al tostar el grano de café verde.
Ver 1 comentarios