Según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Georgia, agregar fibra altamente refinada a los alimentos procesados podría tener efectos negativos en la salud humana, como aumentar la probabilidad de tener cáncer de hígado.
Si bien el consumo de alimentos integrales naturalmente ricos en fibra confiere una serie de beneficios para la salud, enriquecer los alimentos con fibras solubles altamente refinadas, como la inulina, no parece tan buena idea.
Inulina
Los investigadores propusieron probar la idea de que una dieta enriquecida con inulina refinada podría ayudar a combatir las complicaciones asociadas con la obesidad en ratones.
Si bien una dieta que contenía inulina evitaba la obesidad, algunos de los ratones comenzaron a desarrollar ictericia, es decir, una coloración amarillenta de la piel y las mucosas que se produce por un aumento de bilirrubina en la sangre como resultado de ciertos trastornos hepáticos.
Después de seis meses, muchos de estos ratones desarrollaron cáncer de hígado. Los ratones que desarrollaron cáncer de hígado en este estudio tenían disbiosis preexistente, es decir, una composición de microbiota intestinal alterada que juega un papel central en el cáncer de hígado.
La inulina utilizada en este estudio proviene de la raíz de achicoria, no de un alimento que normalmente comemos. Así que estos hallazgos resaltan la necesidad de más estudios que analicen los efectos del consumo de una dieta en humanos.
Según Benoit Chassaing, profesor asistente en el Instituto de Neurociencias del Estado de Georgia:
No quiero promover que la fibra sea mala. Más bien, nuestra investigación destaca que enriquecer los alimentos procesados con fibra puede no ser seguro para ciertas personas con disbiosis bacteriana intestinal, en quienes el consumo de fibra purificada puede provocar cáncer de hígado.