La alta tasa de vacunación de Dinamarca ha permitido al país escandinavo convertirse en una de las primeras naciones de la Unión Europea en levantar todas las restricciones internas. Más del 80% de las personas mayores de 12 años han recibido las dos inyecciones.
Mascarillas en algunos lugares
A partir de la medianoche, el gobierno danés ya no considera al COVID-19 como 'una enfermedad socialmente crítica'. Desde el 14 de agosto, la mascarilla en el transporte público ya no es obligatoria. El 1 de septiembre reabrieron los clubes nocturnos, se eliminaron los límites a las reuniones públicas y ya no era obligatorio mostrar el pase cuando uno quería sentarse dentro de restaurantes, o ir a partidos de fútbol, gimnasios o peluquería.
Sin embargo, la mascarilla sigue siendo obligatoria en los aeropuertos y se recomienda a las personas que usen una cuando estén en el médico, los centros de pruebas o los hospitales. Todavía se recomienda el distancimiento social y aún se aplican estrictas restricciones de entrada para los no daneses en el país. El brote todavía se considera 'una enfermedad peligrosa común'.
Después de más de un año, varios países europeos están comenzando a ver la luz al final del túnel, pero con salvedades. Algunos han levantado las restricciones, pero introducirán un pasaporte de vacunación. Otros esperan hacerlo pronto.
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