El rendimiento de las mascarillas faciales como dispositivos que controlan la propagación de infecciones depende tanto de la capacidad del material de la mascarilla para filtrar aerosoles como hasta qué punto se ajusta la mascarilla al usuario.
Los hallazgos de un nuevo estudio publicado recientemente brindan orientación para aumentar la efectividad de las mascarillas faciales para reducir la propagación de patógenos infecciosos respiratorios, incluido el SARS-CoV-2.
Cruzar los ganchos para las orejas no tiene efecto
Las mascarillas faciales se utilizan para reducir la propagación de virus infecciosos como el SARS-CoV-2 que se transmiten por aerosoles respiratorios y gotitas producidas durante actividades como hablar, respirar y toser.
Los resultados muestran que colocar una máscara de tela sobre una mascarilla médica (doble máscara) o asegurar una mascarilla médica con una abrazadera elástica proporcionó la mejor protección contra los aerosoles respiratorios. Las mascarillas médicas sin modificación bloquearon el 56% de los aerosoles para la tos y el 42% de los aerosoles exhalados; comparativamente, la colocación de una mascarilla de tela sobre una mascarilla médica bloqueó el 85% de los aerosoles para la tos y el 91% de los aerosoles exhalados, y el añadido de un aparato ortopédico sobre una máscara médica bloqueó el 95% de los aerosoles para la tos y el 99% de los aerosoles exhalados.
El uso de ganchos o una correa de gancho para la oreja también aumentó el rendimiento en comparación con las máscaras médicas sin modificaciones. Otras dos modificaciones de ajuste de la mascarilla, como cruzar los ganchos para las orejas o colocar un soporte debajo de la mascarilla, no mejoraron el rendimiento.
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