La agencia de salud de la ONU ha señalado que el número de diabéticos en el mundo está aumentando, y que un gran porcentaje de ellos no pueden recibir la insulina que necesitan para sobrevivir.
Actualmente, se estima que más de 420 millones de personas viven con diabetes en todo el mundo, lo que representa casi una cuadriplicación en las últimas cuatro décadas. Y se espera que ese número supere los 500 millones para fines de esta década.
El problema de los altos precios
A pesar de una amplia oferta, los altos precios dificultan que muchos diabéticos accedan a la insulina que necesitan para controlar su enfermedad. Esto ocurre particularmente en los países de bajos ingresos.
En un nuevo informe, la OMS denunció la traición a la solidaridad mostrada por los investigadores canadienses que descubrieron la insulina hace 100 años. Porque Frederick Banting y John Macleod vendieron la patente de la insulina, que transformó un diagnóstico de diabetes de una sentencia de muerte rápida a una enfermedad manejable, por solo un dólar canadiense, insistiendo en que el descubrimiento "pertenece al mundo".
Pero desafortunadamente, ese gesto de solidaridad ha sido superado por un negocio multimillonario que ha creado grandes brechas de acceso. Un problema importante es que el mercado mundial de la insulina sigue estando dominado por solo tres empresas: Eli Lilly, Novo Nordisk y Sanofi, lo que crea un "entorno de mercado no competitivo".
Por si fuera poco, la diabetes está aumentando especialmente en los países de bajos ingresos, que ahora representan el 80 por ciento de los casos.