En el primer estudio de este tipo, los investigadores del Centro Australiano de Salud de Precisión de UniSA en SAHMRI han identificado evidencia genética del papel de la deficiencia de vitamina D en la causa de enfermedades cardiovasculares.
El estudio, que se publica en European Heart Journal, sugiere que las personas con deficiencia de vitamina D tienen más probabilidades de sufrir enfermedades cardíacas y presión arterial más alta que aquellas con niveles normales de vitamina D.
Para los participantes con las concentraciones más bajas, el riesgo de la enfermedad cardíaca fue más del doble que la observada para aquellos con concentraciones suficientes.
Reducir la carga global de enfermedades
Este estudio mendeliano a gran escala utilizó un nuevo enfoque genético que permitió al equipo evaluar cómo el aumento de los niveles puede afectar el riesgo de ECV en función de qué tan altos eran los niveles reales de vitamina D de los participantes. El estudio utilizó información de hasta 267.980 personas, lo que permitió al equipo proporcionar evidencia estadística sólida para el vínculo entre la deficiencia de vitamina D y las enfermedades cardiovasculares.
La investigadora principal, la profesora Elina Hyppönen de UniSA, dice que apreciar el papel de la deficiencia de vitamina D en la salud del corazón podría ayudar a reducir la carga global de enfermedades cardiovasculares.