Utilizando datos de atención primaria extraídos de la base de datos de investigación médica IQVIA (IMRD-UK), investigadores del Instituto de Salud Mental de la Universidad de Birmingham y el Instituto de Investigación en Salud Aplicada sugieren en un nuevo estudio que, después del primer uso registrado de cannabis, los pacientes tienen tres veces más probabilidad de desarrollar problemas de salud mental comunes como depresión y ansiedad.
Además, tenían casi siete veces más probabilidad de desarrollar enfermedades mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Los consumidores de cannabis también tenían tasas mucho más altas de tener antecedentes registrados de consumo de otras drogas como heroína, cocaína y anfetaminas.
Hay que actuar con cautela
El conjunto de datos incluyó registros de 787 consultas de médicos de cabecera en el Reino Unido recopilados durante un período de 23 años entre 1995 y 2018. Los investigadores pudieron incluir datos de 28.218 pacientes que tenían una exposición registrada al cannabis. Estos se emparejaron con 56.208 pacientes que no habían consumido cannabis y se controlaron por sexo, edad, origen étnico, tabaquismo y otras características relevantes.
Si bien los vínculos entre el consumo de cannabis y las enfermedades mentales graves como la esquizofrenia y la psicosis están bien investigados, las asociaciones son menos claras entre el consumo de cannabis como se describe en los registros del médico de cabecera del paciente y otros tipos más comunes de enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad. Según Clara Humpston, autora principal del estudio:
A menudo se considera que el cannabis es uno de los fármacos 'más seguros' y también se ha mostrado prometedor en las terapias médicas, lo que ha llevado a pedir su legalización a nivel mundial. Aunque no podemos establecer una relación causal directa, nuestros hallazgos sugieren que debemos seguir actuando con cautela, ya que la noción de que el cannabis es una droga segura puede estar equivocada.