Un estudio realizado publicado en Environmental Research sugiere que la exposición materna a la contaminación del aire durante el embarazo a se relaciona con efectos adversos sobre la salud del recién nacido. Las etapas más sensibles a la contaminación atmosférica son los primeros y los últimos meses del embarazo.
El dióxido de nitrógeno (NO 2) y las partículas finas de menos de 2,5 micras de diámetro (PM 2,5) son dos de los principales contaminantes relacionados con la contaminación del aire y el tráfico de vehículos.
Partículas finas
Según explica la investigadora principal del estudio, Amaia Irizar-Loibide, investigadora del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UPV / EHU, se ha analizado específicamente el efecto de la exposición materna a estas partículas finas y al dióxido de nitrógenodurante el embarazo y el vínculo existente con los niveles de tiroxina en los recién nacidos.
Hemos estado monitoreando semanalmente, ya que el desarrollo del feto varía mucho de una semana a otra. Por eso intentamos realizar la investigación más detallada posible para saber cuáles son las semanas de embarazo más sensibles.
Así se analizó la muestra del proyecto INMA (Medio Ambiente e Infancia) en Gipuzkoa. También se utilizaron los datos sobre los contaminantes atmosféricos PM 2.5 y NO 2 , los datos sobre los niveles de TSH y T4 de los talones neonatales, etc., recopilados en el proyecto.
Los resultados obtenidos en este estudio han revelado la relación directamente la exposición a partículas finas durante el embarazo y el nivel de tiroxina en los recién nacidos. Sin embargo, no hemos observado un vínculo claro con la exposición al dióxido de nitrógeno. No está claro qué mecanismo se esconde detrás de todo esto. En cualquier caso, hemos llegado a la conclusión de que los periodos del embarazo más sensibles en cuanto a contaminación atmosférica son los meses tempranos y tardíos.