La reciente tendencia a acoger lo que dicten culturas que se encuentran a muchos husos horarios de nosotros, sobre todo si son orientales, tiene sus riesgos: entre toda la mezcolanza de información hay no pocos ejemplos de pseudociencia, como explico más ampliamente en ¿Por qué la India es tan exótica y cool? La medicina alternativa como timo (I) y (II).
Quienes abrazan estas manifestaciones culturales también adoptan una serie de clichés, como poner a quemar incienso por casa. Sin embargo, hay que tener cuidado con esta costumbre porque, a pesar de que se nos antoje muy espiritual y conectada con la naturaleza, el empleo de incienso en lugares con poca ventilación o cerrados es perjudicial para la salud.
Es lo que sugiere, al menos, un estudio realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Tecnología del Sur de China en Cantón (China), dirigidos por Rong Zhou. Para ello, analizaron el humo del incienso de dos tipos o variantes, incienso con agar y con sándalo, dos de los elementos más comunes en la fabricación de estos productos.
El experimento sugiere que el humo del incienso era potencialmente más tóxico que el humo del tabaco, porque el 99% del humo contenía partículas finas y ultrafinas de sustancias químicas muy perjudiciales para la salud.
El estudio ha sido publicado en la revista Springer's Journal Environmental Chemistry Letters, pero se requieren más estudios para confirmar si estas conclusiones se repiten en todas las variedades de incienso.
Imagen | Pedro Alonso.
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