A menudo se desdeñan a los habituales del gimnasio, mancuerna para arriba, mancuerna para abajo, como personas que cultivan mucho los músculos y muy poco el cerebro. Y, dejando a un lado si estamos ante una verdad porcentualmente aceptable, lo cierto es que cultivar el cerebro también debería implicar culivar los músculos, al estilo mens sana in corpore sano.
Y es que, según las conclusiones de un reciente estudio dirigido por la Universidad de Sídney, el aumento de la fuerza muscular mejora el funcionamiento de nuestro cerebro (al menos en determinados pacientes).
El estudio, publicado en The Journal of American Geriatrics, se llevó a cabo con pacientes con deterioro cognitivo leve con edades comprendidas entre los 55 y 68 años, que tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia y enfermedad de Alzheimer.
Los sujetos fueron divididos en cuatro grupos y vinculados a una serie de actividades físicas, como una combinación de ejercicios de resistencia, y el grupo de control que permanecía sentado. También hubo apacitación cognitiva computarizada. Como explica Yorgi Mavros, líder del trabajo:
Lo que encontramos en este estudio de seguimiento es que la mejora en la función de la cognición se relacionó con sus ganancias de fuerza muscular. Cuanto más fuerte se hizo el paciente, mayor era el beneficio para su cerebro. Cuanto más podamos hacer que las personas realicen entrenamiento de resistencia como puede ser el levantamiento de pesas, más probable es que tengamos una población envejecida más saludable. La clave, sin embargo, es asegurarse de que lo hagamos con frecuencia, al menos dos veces por semana. Esto nos dará el máximo beneficio para nuestro cerebro
Imagen | mjcrodez
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