Aunque algunas personas pueden sacar lo mejor de sí mismas cuanto estás aisladas en su hogar, lo cierto es que muchas otras pueden sentir estrés, agobio y otros desórdenes psicológicos durante las cuarentenas.
Así lo revela un nuevo estudio publicado en The Lancet. Esta revisión puede ser útil para seleccionar qué normas deben aplicarse legislativamente para mantener las cuarentenas.
Efectos
Dada la situación con el coronavirus, los formuladores de políticas necesitan urgentemente evidencia científica para prescribir orientación pública.
Por eso se ha realizado esta revisión sobre el impacto psicológico de la cuarentena para explorar sus probables efectos sobre la salud mental y el bienestar psicológico, y los factores que contribuyen o mitigan estos efectos.
Los trabajadores sanitarios: quienes lo peor lo llevan
En el estudio se hizo una revisión del impacto psicológico de la cuarentena utilizando tres bases de datos electrónicas. De 3 166 documentos encontrados, 24 están incluidos en esta revisión. Las características de los estudios que cumplieron con los criterios de inclusión se realizaron en diez países e incluyeron personas con SARS (11 estudios), ébola (cinco), la pandemia de influenza H1N1 2009 y 2010 (3), síndrome respiratorio del Medio Oriente (2) e influenza equina (1).
Dos estudios informaron sobre los efectos a largo plazo de la cuarentena. 3 años después del brote de SARS, el abuso de alcohol o los síntomas de dependencia se asociaron positivamente con la cuarentena en trabajadores del ámbito de la salud.
En un análisis multivariante, después de controlar los factores demográficos, haber estado en cuarentena y haber trabajado en una ubicación de alto riesgo fueron los dos tipos de exposición significativamente asociados con estos resultados.
Ciudadanos en general
La mayoría de los estudios revisados informaron efectos psicológicos negativos, incluidos síntomas de estrés postraumático, confusión e irritación.
El confinamiento, la pérdida de la rutina habitual y el contacto social y físico reducido con los demás con frecuencia demostraban aburrimiento, frustración y una sensación de aislamiento del resto del mundo, lo que era angustiante para los participantes de estos estudios.
Uno de los estudios identificó varias características asociadas con impactos psicológicos negativos: edad más joven (16-24 años), niveles más bajos de calificaciones educativas formales, género femenino y tener un hijo en lugar de no tener hijos. Sin embargo, otro estudio sugirió que factores demográficos como el estado civil, la edad, la educación, vivir con otros adultos y tener hijos no se asociaba con resultados psicológicos preocupantes.
De todos los estudios revisados, solo uno comparó los resultados psicológicos durante la cuarentena con los resultados posteriores, descubriendo que durante la cuarentena el 7% (126 de 1 656) mostró síntomas de ansiedad y el 17% (275) mostró sentimientos de ira, mientras que transcurridos de 4 a 6 meses de la cuarentena estos síntomas se habían reducido al 3% ( ansiedad) y 6% (ira).
También vale la pena señalar que solo una minoría de estudios evaluó los síntomas del estrés postraumático utilizando medidas diseñadas para medir el trastorno de estrés postraumático, y que la cuarentena no se califica como un trauma en el diagnóstico de trastorno de estrés postraumático en el Diagnóstico y Manual estadístico de los trastornos mentales.
Información deficiente
Muchos participantes citaron la información deficiente de las autoridades de salud pública como un factor estresante, informando como insuficientes y poco claras las pautas sobre las acciones a tomar, así como cierta confusión sobre el propósito de la cuarentena en sí misma.
La falta de claridad sobre los diferentes niveles de riesgo, en particular, condujo a los participantes a temer lo peor. Los participantes también informaron una percepción de falta de transparencia por parte de los funcionarios de salud y del gobierno sobre la gravedad de la pandemia. Quizás relacionado con la falta de pautas claras o razones fáciles de entender, la dificultad percibida para cumplir con los protocolos de cuarentena fue un predictor significativo de síntomas de estrés postraumático en uno de los estudios.
Conclusiones clave
- La información es clave.
- Las personas en cuarentena deben comprender la situación.
- Es esencial una comunicación efectiva y rápida.
- Se deben proporcionar suministros (tanto generales como médicos). El período de cuarentena debe ser corto y la duración no debe cambiarse a menos que estemos en circunstancias extremas.
- La mayoría de los efectos adversos proceden de la imposición de una restricción de libertad.
- La cuarentena voluntaria se asocia con menos angustia y menos complicaciones a largo plazo.
- Los funcionarios de salud pública deben enfatizar la elección altruista de autoaislamiento.Apelar al altruismo recordando al público sobre los beneficios de la cuarentena para la sociedad en general puede ser favorable.