Si bien, ante síntomas de hipertensión, se recomienda la reducción de sal en las comidas, un nuevo estudio publicado en la revista Open Heart sugiere que lo más efectivo es reducir en consumo de azúcar, sobre todo fructosa. El sirope de maíz (fructosa) es el edulcorante más empleado en los alimentos procesados, sobre todo bebidas de frutas y refrescos. Incluso dosis moderadas de azúcar en cortas duraciones pueden causar daños.
Por el contrario, el consumo de azúcares de origen natural, como el de la fruta, no resulta perjudicial, e incluso es beneficioso.
Según la investigación, un alto consumo de azúcar demostró que aumentaba significativamente la tensión sistólica y la presión arterial diastólica en los ensayos de ocho semanas o de más duración.
También aumenta la frecuencia cardíaca, el gasto cardíaco, la retención renal de sodio y la resistencia vascular. De este modo, las personas que consumen el 25% o más de calorías de azúcar tienen casi tres veces mayor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular. Según James DiNicolantonio, coautor del estudio:
Reducir el consumo de azúcares añadidos al limitar los alimentos procesados sería un buen lugar para empezar.
La hipertensión estuvo implicada como factor primario o factor contribuyente en más de 348.000 muertes en Estados Unidos en 2009.
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Imagen | Pippoloide
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