Como si fueran unos adolescentes adictos a la adrenalina o un arqueólogo con el sombreo Fedora calado hasta los ojos, hay chimpancés que muestran un comportamiento más temerario y aventurero que el resto. Chimpancés que han sido invadidos por un parásito diminuto, un protozoo llamado Toxoplasma gondii.
Es la conclusión a la que han llegado investigadores del Centro Internacional de Investigaciones Médicas de Franceville, en Gabón, cuyo estudio ha sido publicado en la revista Current Biology.
Lo que exactamente hace este parásito en los chimpancés es manipular su cerebro para que produzca el neurotransmisor GABA, que suele asociarse con una reducción de la sensación de miedo. Es decir, que el parásito convierte a los chimpancés en la versión primate de Juan Sinmiedo.
Títeres de los parásitos
Como si fueran titiriteros invisibles y maquiavélicos, estos protozoos usan sus varillas de virtudes para convertir a los chimpancés en criaturas más osadas porque, de ese modo, es más fácil acceder al sistema digestivo de los felinos, que es donde se puede reproducir. Es decir, que el parásito vuelve audaz y despreocupado al chimpancé para que, en caso de toparse con un leopardo, por ejemplo, no huya fácilmente.
Así el leopardo se comerá el chimpancé. Y los ovocitos del parásito llegarán al sistema digestivo del felino, asegurando la supervivencia de su prole. Pudiera parecernos que este parásito es propio de una película de ciencia ficción que recuerda vagamente a La invasión de los ultracuerpos, pero la naturaleza muestra muchos otros casos de parásitos que manipulan mentes, tal y como explico en mi libro Cultiva tu memesfera:
como hace el parásito de la duela (Dicrocelium dendriticum) con el cerebro de la hormiga. Este parásito obliga a una hormiga a escalar las hojas de pasto de las vacas, exhibiéndose impúdicamente. La duela obliga a la hormiga a sacrificarse, a ser devorada por la vaca mientras ésta traga pasto sin ni siquiera verla. ¿Por qué? Este pequeño parásito, este diminuto gusano sólo puede completar su ciclo reproductivo en el estómago de las vacas y otros rumiantes.
El parásito más exitoso
El organismo unicelular Toxoplasma gondii es uno de los parásitos con más éxito en la Tierra (si medimos el éxito como la capacidad de infectar), pues se estima que el Toxoplasma gondii ha infectando al 11 por ciento de los estadounidenses y tal vez la mitad de todas las personas en todo el mundo. ¿Cómo es posible? Porque manipulan también a las ratas para que sean osadas y se dejen comer más fácilmente por los gatos, en cuyo interior se reproduce el parásito. Y el gato es un animal doméstico estrella del ser humano.
¿Y qué reacción produce en los seres humanos? Puede no haber síntomas y, si los hay, suelen aparecer alrededor de 1 a 2 semanas después de entrar en contacto con el parásito. La enfermedad puede afectar el cerebro, el pulmón, el corazón, los ojos o el hígado. Algunos síntomas en personas con sistemas inmunitarios por lo demás saludables pueden abarcar:
- Inflamación de los ganglios linfáticos en cabeza y cuello
- Dolor de cabeza
- Fiebre
- Enfermedad leve semejante a la mononucleosis
- Dolor muscular
- Dolor de garganta