Según un nuevo estudio titulado "El tabaco de liar" y publicado este año en la revista Prevención del Tabaquismo, que ha sido llevado a cabo por la Sociedad Española de Neumonía y Cirugía Torácica (SEPAR), los fumadores de tabaco de liar presentan una mayor concentración de monóxido de carbono en su aire espirado que los fumadores de tabaco manufacturado (27,9 frente a 21,48 ppm).
La razón de esta diferencia con el tabaco manufacturado es que el de liar, en cada calada, quema más cantidad de papel, lo que contradeciría la creencia popular de que el tabaco de liar es más saludable que el manufacturado (según este mismo estudio, un 30% de los fumadores de tabaco de liar dejaron el manufacturado por salud, y no solo por el precio).
A pesar de que fuman menos, los fumadores de tabaco de liar tienden a dar más caladas y más profundas, acaso para compensar ese menor consumo.
Otro problema, pues, es que el 66% de las marcas de tabaco de liar no indican ni sus niveles de nicotina ni los de alquitrán, y ninguna de ellas indica los niveles de CO2. Según Carlos Jiménez Ruiz, Director del Programa de Investigación en Tabaquismo de la (SEPAR):
Es imprescindible que la administración sanitaria extreme la vigilancia para el cumplimiento de la ley por parte de las empresas que comercializan el tabaco de liar y para lograr que la población general reciba la información adecuada sobre la composición del producto que están consumiendo.
Vía | Cuaderno de Ciencias
En Xataka Ciencia | La escandalosa mentira del tabaco asesino
Imagen | DucDigital
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