A pesar de que finalmente ha fallecido el niño infectado de difteria en España (porque no estaba vacunado), los movimientos antivacunas en España son marginales. No ocurre lo mismo en otros países, como Estados Unidos, donde los antivacunas toman posiciones. El resultado es que, hoy en día, Estados Unidos tiene un porcentaje de su población vacunada contra el sarampión inferior a, por ejemplo, Tanzania, según la OMS.
Tal vez por ello, California ha aprobado una norma que obliga a todos los niños del estado a estar vacunados. Y ni siquiera alegar motivos religiosos será una excusa.
La norma fue propuesta por los senadores demócratas Richard Pan y Ben Allen tras el brote de sarampión que se detectó el pasado mes de diciembre en Disneylandia. En California hay escuelas en las que un 30 % de los alumnos, según datos del departamento estatal de Sanidad, no están vacunados por decisión de los padres
California se convierte así en el tercer estado, junto con Misisipi y Virginia Occidental, que impide la no vacunación por creencias religiosas o personales.
Vía | La Vanguardia
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