Un equipo de investigadores de la Universidad de Queensland, liderados por Nima Gunness, asegura haber desarrollado la primera magdalena (o muffin, si nos ponemos modernos) que, además de ser sabrosa, no aumenta los niveles de colesterol, sino justo lo contrario: reduciendo así el riesgo de padecer enfermedades del corazón, como la hipertensión arterial.
El principal secreto de la magdalena, cuya creación ha llevado meses de trabajo, es que contiene betaglucanos.
¿La magdalena milagrosa?
Según sugiere en otro estudio de Nima Gunness, los betaglucanos son un tipo de compuesto cuya ingesta frecuente se ha relacionado con un mantenimiento de los niveles de colesterol en sangre, pues son un tipo de fibra que se produce naturalmente en las paredes de las células de los cereales y la avena, y que tiene la capacidad de reducir dichos niveles de colesterol.
"No estamos sugiriendo que la gente deje de tomar medicamentos para bajar el colesterol", ha declarado Gunness. "Más bien, estamos apuntando a proporcionar una forma conveniente, saludable y muy sabrosa de ayudar a reducir los niveles de colesterol".
La muffin milagrosa ya está en proceso de producción y distribución a las principales cafeterías y restaurantes de Australia.
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