Las dietas milagro se encuentran al alcance de nuestra mano y aunque una y otra vez escuchamos que su práctica no es nada recomendable, no son pocas las personas que caen en la tentación de probar las mismas pudiendo por eso sufrir diferentes consecuencias. Te contamos lo que ocurre en tu cuerpo cuando haces una dieta milagro para adelgazar.
Las características de las dietas milagro
Las dietas milagro representan un riesgo para el organismo humano y la salud de diferentes personas no sólo porque son universales y no atienden las necesidades de cada uno sino también, porque poseen otras características comunes.
Producen una gran pérdida de peso y muchas veces muy rápida, lo cual se logra mediante una alimentación estricta, restringida e incluso en el caso de monodietas, basada en sólo un alimento.
Ejemplos perfectos de este tipo de dietas en las que solamente se propone comer un alimento (además de infusiones y, en ocasiones, café para calmar el hambre) son la dieta de la piña, la dieta de la uva o la dieta del kiwi. Los alimentos en los que se basan este tipo de dietas nos aportan muy pocas calorías, quedando siempre por debajo de la energía necesaria para nuestro cuerpo.
El consumo únicamente de un alimento en todo el día y la restricción de grupos enteros de macronutrientes (generalmente de carbohidratos) son características comunes a las dietas milagro
La eliminación de grupos enteros de alimentos, o las prohibiciones también suelen ser propios de las dietas milagro así como el no cuidado de otros hábitos de vida tales como el ejercicio o el descanso nocturno son responsables de los riesgos que conlleva la práctica de una dieta milagro para adelgazar.
Algunas de las dietas que proponen la eliminación de grupos enteros de alimentos son las conocidas como dietas hiperproteicas, como pueden ser la dieta Dukan, la dieta Stillman o la dieta Atkins: en ellas se reduce drásticamente el consumo de hidratos de carbono, uno de los tres macronutrientes que necesita nuestro cuerpo. Este tipo de regímenes tan restrictivos puede derivar en un miedo injustificado al consumo de carbohidratos y en posibles problemas de la conducta alimentaria.
Estas dietas, debido a su gran restricción de calorías (con los peligros que esto entraña para nuestro organismo), pueden ser peligrosas y se recomienda seguirlas solo por un período muy corto de tiempo. Así, regímenes como la famosa dieta del sirope de arce, en la cual tiene un escaso aporte energético, no se recomienda seguir durante más de diez días. La dieta del astronauta, más reciente y que no aporta más de 500 kilocalorías al día, solo se recomienda durante dos semanas.
Lo que ocurre cuando hacemos una dieta milagro
Teniendo en cuenta lo antes dicho, debemos saber a lo que nos enfrentamos o lo que ocurre en nuestro cuerpo cuando ponemos en práctica una dieta de moda, estricta o restrictiva:
El metabolismo se reduce
El metabolismo es el conjunto de procesos que lleva a cabo nuestro cuerpo para mantenernos con vida y representa un gasto calórico base o lo que denominamos metabolismo basal que es la energía que el organismo requiere para mantenerse con vida en reposo.
Al llevar una dieta milagro, tan limitada en calorías y que produce una brusca caída de nuestras reservas energéticas porque ocasionan una notable pérdida de peso, el cuerpo se coloca en un "modo ahorro" debido a que estamos preparados genéticamente para eso y ello se traduce en un descenso del metabolismo.
Según un estudio publicado en la revista Obesity, dicha caída en el gasto calórico diario o en el metabolismo persiste aun hasta seis meses después de haber culminado la dieta, razón por la cual se considera un efecto no menor y que puede ocasionar entre otras cosas, la recuperación del peso perdido, pues necesitaremos menos calorías para todo.
Experimentamos menos saciedad y más hambre
Debido a la restricción considerable que instalan las dietas milagro, nuestro cuerpo se resiente no sólo quemando menos calorías que antes sino también, produciendo una alteración hormonal que involucra elevación de los niveles de grelina como señala una investigación publicada en la Revista Venezolana de Endrocrinología y Metabolismo, así como reducción de los niveles de leptina que tiene el efecto contrario a la primera como indican científicos estadounidenses.
Las prohibiciones y la alteración de hormonas que ocasionan las dietas de moda producen más hambre y menos saciedad
La grelina y la leptina son claves en la regulación del peso corporal y mientras la primera desencadena hambre y reduce la saciedad, la leptina produce el efecto contrario.
De allí que una elevación de grelina y un descenso de la leptina que viene de la mano de la caída de masa grasa (su principal sitio de origen) den como resultado más hambre y menos saciedad que se acentúan cada día con la restricción calórica que impone la dieta milagro y el brusco descenso de peso y grasa corporal.
El organismo se estresa
Según investigadores de la Universidad de California las dietas bajas en calorías como suelen ser la mayor parte de las dietas milagro elevan los niveles de cortisol en el organismo lo que significa que producen estrés.
Si pensamos que las dietas de moda muchas veces nos impiden compartir comidas familiares o degustar platos que habitualmente estaban presentes en nuestra dieta pues nos llenan de alimentos prohibidos, claramente podemos experimentar estrés y un organismo estresado es un organismo que no funciona correctamente, cuya salud se encuentra en riesgo y su calidad de vida disminuye.
Entre los síntomas más frecuentes de estrés se encuentra el desgano, mal humor, insomnio, caída en el rendimiento físico e intelectual, entre otros que entorpecen nuestro día a día.
Se incrementa el riesgo de sufrir enfermedades
Una dieta basada en un sólo alimento o que nos impide consumir por ejemplo, grasas de todo tipo sin duda reúne las características de una dieta milagro y nos coloca en riesgo de sufrir enfermedades frecuentes pero que pasan desapercibida como las carencias nutricionales.
El déficit de determinados nutrientes que constituye una condición patológica por sí misma, también puede incrementar el riesgo de sufrir otras enfermedades como por ejemplo: anemias, resfriados o infecciones a causa de un sistema de defensa alterado.
Junto al estrés y las dietas de mala calidad que muchas veces constituyen las propuestas de moda, no sólo podemos sufrir mas infecciones o padecer carencias nutricionales sino también, tener más riesgo de sufrir osteoporosis como señala un estudio publicado en The Journal of Nutrition, y también, obesidad, ya que a más estrpes más probabilidades de engordar y de almacenar grasa en la región abdominal como concluye una investigación realizada en Alemania.
Se elevan las probabilidades de engordar a largo plazo
Como señalamos recientemente, el estrés que ocasionan las dietas milagro, junto a una conducta alimentaria alterada y un metabolismo reducido son la combinación perfecta para engordar tras una dieta milagro.
Y como señalan científicos de Estocolmo, cuanto más estricta y restrictiva es una dieta más probabilidades hay de recuperar el peso perdido y de engordar tras su práctica.
Los cambios que sufre nuestro sistema hormonal junto a los que se ocasionan en el tejido adiposo son responsables del mayor riesgo de engordar tras una dieta milagro, pues como se explica en un estudio publicado en la International Journal of Obesity, los adipocitos se vuelven más capaces de almacenar grasas y menos eficientes para oxidar las mismas, razón por la cual es muy fácil engordar.
Todo esto nos permite deducir por qué las dietas milagro no son aconsejables al momento de perder peso, ya que no sólo pueden afectar severamente la salud actual sino también la salud futura y además, no son eficaces para adelgazar a largo plazo.
Bibliografía consultada | Obesity (2016) 24, 1612-1619, doi:10.1002/oby.21538; Rev. Venez. Endocrinol. Metab. v.6 n.2 Mérida jun. 2008; J Clin Endocrinol Metab. 1997 Nov;82(11):3647-54; Psychosom Med. 2010 May;72(4):357-64. doi:10.1097/PSY.0b013e3181d9523c. Epub 2010 Apr 5; Medical Hypotheses, Volume 34, Issue 3, March 1991, Pages 198-208; The Journal of Nutrition, Volume 136, Issue 6, 1 June 2006, Pages 1453–1456, https://doi.org/10.1093/jn/136.6.1453; Obesity (Silver Spring). 2017 Sep;25(9):1625-1632. doi: 10.1002/oby.21928. Epub 2017 Aug 2; y Int J Obes (Lond). 2010 Oct; 34(0 1): S47–S55.
doi: 10.1038/ijo.2010.184.
Imágenes | iStock, Pixabay, Withwind en Flickr