A lo largo de la historia, la humanidad se ha preocupado de gestionar la natalidad. Antes de la aparición de los condones de látex o de los dispositivos intrauterinos, se usaban desde simples amuletos (de dudosa eficacia) hasta duchas vaginales, pasando por barreras mecánicas u otros métodos aún más grotescos, como condones de seda o de intestinos de animales.
En el año 2000 antes de Cristo, los egipcios ya descubrieron el primer anticonceptivo de mundo: un pequeño cono hecho de semillas de granada y cera, que debían prevenir la ovulación mediante los estrógenos naturales que contenía esta mezcla. También usaban otro método más pintoresco para frenar la entrada de esperma en el cuerpo de la mujer: una barrera a base de miel y excrementos de cocodrilo. En China eran todavía eran más radicales: después del sexo, la mujer debía tomarse un par de tragos de mercurio, aunque los efectos secundarios fueran fallo cerebral y renal o una esterilidad definitiva.
El primer anticonceptivo verdaderamente eficaz llegó con el mexicano Luis Ernesto Miramontes Cárdenas (1925-2004, que) fue el inventor del primer anticonceptivo oral en 1951, cuando sólo contaba con 25 años. En realidad, Miramontes buscaba un fármaco antiabortivo, pero por casualidad aisló unos cristales de un compuesto (noretisterona) que resultó ser antiovulatorio. Partiendo de su descubrimiento, fue el doctor Greogory Pincus quien desarrolló finalmente la píldora anticonceptiva.
La píldora fue denominada en 3 ocasiones como una de los inventos más importantes de los últimos 2.000 años.
Aunque durante mucho tiempo ha seguido existiendo gente que prefería otros sistemas más, digamos, exóticos, como aplicarse una lavativa vaginal de Coca Cola después del sexo. Un estudio efectuado por la Universidad de Harvard en los años 1960 afirmaba que la bebida carbonatada más usada para evitar el embarazo era la Coca Cola Diet.
Son actualmente usadas por más de 100 millones de mujeres en todo el mundo y casi 12 millones en los Estados Unidos. Japón es un país desarrollado único en este sentido: sólo el 1 % de las japonesas en edad fértil usan la píldora, frente, por ejemplo, al 25 % de las mujeres del Reino Unido.
¿Para qué otras finalidades se prescribe la píldora anticonceptiva? Los anticonceptivos son combinaciones de estrógenos y gestágenos, y por ello, su indicación esencial es en todas las patologías que alteren el ciclo genital de la mujer, ya sea en la cantidad, en el tiempo, en la duración, en la falta de regularidad o en las molestias acompañantes.
¿Y los hombres?
También se desarrollan píldoras anticonceptivas masculinas. Sin embargo, el anticonceptivo masculino ha resultado ser un fracaso debido a los efectos colaterales que produce.
La fase de prueba de una inyección anticonceptiva para hombres realizada en 2011 en diversas partes del mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se interrumpió debido concretamente a que 1 de cada 10 hombres que participaron en la prueba sufrieron depresión, aumento de peso, incremento del deseo sexual y acné.
Michael Zitzmann, de la Universidad de Münster:
Se dio por terminado ya en marzo de este año (2011), porque la inyección no funciona con su composición actual. (...) Funcionó en un 90 por ciento de los casos, pero una tasa (de error) de un diez por ciento es sencillamente demasiado (...) “Debemos comenzar otra vez de cero. El resultado está abierto.
Vía | Innovadores de América
Ver 4 comentarios