Sólo en EEUU, cada año mueren 400.000 personas a causa del tabaco. A nivel mundial, mueren entre 2,5 y 5 millones de personas. Fumar es nocivo para nuestros pulmones, pero también para nuestro cerebro, y ni siquiera sirve, como popularmente se aduce, para calmar los nervios, sino todo lo contrario.
Fumar no solo afecta a quien fuma, sino a quienes están a su alrededor. Incluso los objetos que rodean a un fumador se quedan impregnados del llamado "humo de tercera mano". Por si fuera poco, fumar incluso es nocivo para nuestro perro.
Es lo que sugiere el último estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Glasgow: las mascotas que viven en casa de un fumador tienen peor salud.
Los investigadores analizaron los niveles de nicotina en la piel de animales domésticos (con dueños fumadores y no fumadores), concluyendo que sobre todo los gatos, y a continuación los perros, tenían más riesgo de daño celular, de algunos tipos de cáncer y de aumentar el peso. Los gatos son las mascotas con mayor peligro porque ingieren más humo que los perros debido a su alto nivel de autohigiene, por el que absorben más toxinas del ambiente.
Las mascotas incluso tendrían más riesgo que los niños porque tienen menor altura y son más propensos al humor de tercera mano. Tal y como explica Clare Knottenbelt, líder del estudio:
Los dueños de mascotas a menudo no piensan en el impacto que el tabaquismo podría tener en sus mascotas. Dejar de fumar por completo es la mejor opción para el futuro bienestar de la salud tanto suya como de su mascota.
Imagen | Pets4Dawn
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