Guardar los dientes que se nos caen o nos retiran, ya sean los dientes de leche o las muelas del juicio, no solo sirve para pedirle una recompensa al ratoncito Pérez, sino también constituye una forma eficaz de almacenar nuestras células madre.
Particularmente los dientes de leche, que tienen una concentración alta de células madre de pulpa dental.
Células madre
Si recurrimos a empresas como StemSave o National Dental Pulp Laboratory, podemos cederles nuestros dientes para que sean conservados para usarse más adelante. Estas empresas envían un kit al cirujano dental que te asiste y luego congelarán la materia biológica con nitrógeno líquido.
Los precios varían, pero rondan los 625 dólares por la instalación del sistema y 125 dólares anuales por su almacenamiento y conservación. Com explica Tim Ferriss en su libro Armas de Titanes:
A partir de las células madre de la pulpa dental se podrán cultivar con posterioridad células madre mesenquimales que permitan usar materia prima biológica del propio paciente en tratamientos beneficiosos (por ejemplo, de huesos, cartílagos, músculos, vasos sanguíneos, etc.), determinantes (por ejemplo, de neuronas motrices para reparar médula espinal dañada) o críticos para tu vida (como lesiones cerebrales traumáticas).
Imagen | Bacteriano
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