Desde la década de 1960, los científicos intentan infructuosamente desarrollar una vacuna capaz de prevenir la aparición de la caries, tras el resfriado común la enfermedad más común del ser humano. Este tipo de vacunación tiene como objetivo estimular el sistema inmune para incrementar la secreción de anticuerpos a nivel salival.
Estos anticuerpos atacan a los antígenos, piezas claves del agente patógeno. Y es que las vacunas anticáricas en desarrollo se centran en la bacteria Streptococcus mutans, la principal responsable del deterioro dental.
De momento, no disponemos de tal vacuna. Allá por el año 2006, un grupo de científicos británicos anunció en la revista Nature Medicine la creación de una vacuna anticaries experimental con un antígeno de la bacteria obtenido en la planta del tabaco, pero no hemos vuelto a saber más de ella. La Asociación Dental Británica aprobó la noticia, pero añadió un consejo: "Incluso si la vacuna llegase a alcanzar un uso generalizado, los dentistas desearían que el público no dejase de lado las sencillas medidas de salud dental".
En 2013, se anunciaba que la vacuna contra la caries podría ser una realidad en cinco años por parte de un grupo de investigadores del Área de Genómica y Salud de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio). Pero debemos tomar este anuncio con cierto escepticismo: la complejidad del estudio de la caries es debida a que la flora bacteriana de la placa dental humana presenta un ecosistema con más de 200 especies (de bacterias), aunque la causante principal sea la S mutans.
El Instituto de Virología de Wuhan dio a conocer a través de la publicación Journal of Dental Research su estudio basado en vacunas de ADN contra las caries también con resultados prometedores, pero que aún distan de hacerse realidad. De modo que la vacuna de la caries quizá se haga realidad algún día, pero no parece que sea a corto plazo.
Imagen | ♫ joyousjoym~ Blessings♥
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