El 78 % de los adultos con más de 21 años ha sufrido problemas en los pies, y que en gran medida se debe al uso de las chanclas veraniegas, según revela un estudio de la National Foot Health Assessment de estados unidos dado a conocer el pasado junio.
Al tener solo una fina goma como soporte estructural, las chanclas no absorben convenientemente el impacto contra superficies duras. Y es que nuestros pies, señalan los expertos, están preparados para caminar por superficies naturales como la hierba o la arena, más blandas que el asfalto.
Según explica Bob Thompson, director del Institute for Preventive Foot Health:
no es un calzado preparado para lidiar con el cemento, las superficies de concreto de las ciudades, usarlos perjudica el buen balance del esqueleto, eje del cuerpo.
Francisco Javier García Carmona, presidente de la Asociación Española de Cirugía Podológica y profesor en la Universidad Complutense de Madrid:
Están indicadas para ir a la piscina, a la playa o para ducharse en sitios públicos, previniendo infecciones, pero no están hechas para caminar de forma prolongada.
Por un lado, al ser planas generan dolores en las rodillas, la espalda y la cadera.
Vía | El Mundo
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