La probabilidad de sufrir obesidad y alergias en niños que tienen mascota (perro o gato) parece ser menor que en los niños que no tienen mascota. Y la razón no es psicológica.
El motivo reside en dos microbios que transmiten estos animales a los niños.
Ruminococcus y Oscillospira
Ruminococcus y Oscillospira son los dos microbios que se hallaron en los niños que tenían mascota, según el estudio llevado a cabo por la experta en epidemiología pediátrica Anita Kozyrskyj, de la Universidad de Alberta en Canadá.
En el estudio se analizaron un total de 746 bebés y niños pequeños (70% de vivía con perros, y el resto vivía, con gatos). Lo más curioso es que este efecto beneficioso de los microbios ya tiene lugar en el claustro materno, antes de que los hijos nazcan.
Otras ventajas de tener mascotas
En el caso de que te preocupe tu salud cardiovascular, los perros pueden mejorar esta condición y los gatos pueden empeorarla.
Es lo que sugiere un estudio realizado por Erika Friedmann y sus colegas de la University of Maryland. Comenta así el resultado Richard Wiseman en su libro 59 segundos:
Este sorprendente resultado animó a los científicos a explorar otros posibles efectos beneficiosos de tener perro. Se hicieron estudios que demostraban que los propietarios de perros soportaban mejor el estrés diario, veían la vida de manera más relajada, tenían la autoestima más alta y eran menos propensos a sufrir depresiones.
Karen Allen, de la State University of New York en Buffalo, también entregó un perro al que tenían que cuidar a corredores de bolsa que sufrían hipertensión. Otro grupo de corredores de bolsa no recibieron ningún perro. Transcurridos seis meses, los que cuidaron del perro mostraban una tensión inferior.
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