En menos de tres meses, cientos de personas fueron víctimas de un virus que nadie sabía de dónde procedía: el MERS (o síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio). Esta semana, por primera vez, se ha reportado la primera evidencia de un caso de MERS que ha saltado de un camello enfermo a una persona. Conociendo su origen, podría averiguarse la clave para detener al mortífero MERS, por ejemplo vacunando a los camellos, tal y como se hace con las aves de corral para combatir la gripe aviar.
MERS parece tener una tasa de mortalidad alta (aproximadamente un tercio de las personas mueren después de enfermar), y empieza con fiebre y tos, pudiendo ocasionar falta de aliento y neumonía. Hasta el momento, la mayoría de los casos se han concentrado en la Península Arábiga. En el siguiente mapa, se muestra las personas que están actualmente infectadas con MERS (rojo) y las personas estuvieron infectadas en algún momento en el tiempo (azul-verde).
El caso español es el de una mujer que había viajado a Arabia Saudí con motivo de la peregrinación islámica Hajj, y que contrajo la enfermedad.
¿Camellos o murciélagos?
La primera evidencia de MERS transmitido de camello a ser humano ha sido señalada por un trabajo publicado en el New England Journal of Medicine el pasado 4 de junio de 2014. Así, llega a la conclusión de que el hombre probablemente contrajo el virus MERS gracias al contacto directo con los camellos enfermos. Él había estado cuidando de sus nueve camellos, cuatro de los cuales habían estado enfermos con secreciones de la nariz. Además, se había aplicado un tratamiento para la secreción nasal de uno de ellos, siete días antes de que él empezara a sentirse enfermo. Otra posibilidad es que el hombre contrajera MERS tras beber la leche no pasteurizada de uno de estos camellos.
Pero queda por resolver otra incógnita. Debido a que los camellos del presente estudio se recuperaron con bastante rapidez del MERS, los autores sugieren que los animales podrían estar actuando como vínculo entre alguna otra fuente y los seres humanos. Una posibilidad son los murciélagos, pues se ha demostrado que el MERS es capaz de infectar tanto células de murciélago, como porcinas y humanas. Con todo, algunos contagios se han producido por contacto directo o cercano con una persona infectada.
Vía | Vox
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