Estos días está proliferando en los medios de comunicación que ha sido probado que la luz azul nos hace envejecer más rápidamente, otro efecto nocivo más de los muchos que ya acarrea la luz azul que emiten nuestros teléfonos móviles y otros dispositivos.
Sin embargo, esto no es cierto (ni siquiera es cierto que la luz azul sea dañina per se). O, al menos, no tenemos suficiente evidencia para verter tales afirmaciones alarmistas. Lo que se ha sugerido, en realidad, es que las moscas envejecen más rápido si se someten a luz azul durante 12 horas.
Que no cunda el pánico
Se conoce como luz azul al rango del espectro de luz visible que tiene una longitud de onda entre 400-495 nm. La luz azul es un tipo de luz visible de alta energía como lo son el violeta y el índigo. La luz azul se produce naturalmente en la luz del sol, que también contiene otras formas de luz visible y rayos ultravioleta e infrarrojos. El problema es que nos pasamos mirando fijamente el móvil, no que la luz sea especialmente dañina.
Pero es dañina como lo pueda ser la luz del sol o de una bombilla. A la hora de irnos a dormir, por ejemplo, necesitamos oscuridad absoluta para no interrumpir nuestros ritmos circadianos. Cualquier luz puede interrumpir ese ciclo de sueño, interrumpiendo la secreción de melatonina. Lo que sí tiene que puntualizarse es que esta interrumpción de la secreción de melatonina es mayor o menor en función de la intensidad: cuanto mayor es, más se interrumpe el ciclo de secreción. La luz azul, que es equivalente a la luz del cielo dirno, es la luz que más suprime la producción de melatonina.
Aunque se ignora en profundidad por qué dormir mal afecta tanto a nuestra salud, la cuestión es que ocurre, así que no solo debemos mantener pautas para dormir correctamente, sino evitar, como se ha dicho, la luz durante el ciclo de sueño. Ése es nuestro problema, y no la luz azul per se (si acaso, el problema estaría en que nos vamos a la cama con el móvil, lo encendemos varias veces durante la noche para comprobar mensajes, recibimos su luz, interrumpimos el sueño, etc). De hecho, la luz es necearia para tener buena calidad de sueño: hay tratamientos de fototerapia con luz azul para gente con insomnio por la ausencia de ésta en países nórdicos. Lo que hay que evitar, en la medida de lo posible, es la luz antes y durante el sueño.
A grandes rasgos, pues, mirar el móvil no se diferencia demasiado de leer un libro.
En conclusión, no hay evidencias que demuestren que la luz azul afecte a nuestros ojos, ni que perdamos visión... ni que envejezcamos más rápidamente. Y la experimentación realizada hasta el momento ha sido únicamente animales y en condiciones extremas, como veremos a continuación.
Moscas
Investigadores de la Universidad de Oregón han confirmado que la exposición prolongada a la luz de teléfonos móviles, tabletas, ordenadores y electrodomésticos repercute en la esperanza de vida de las personas expuestas. Con algunas variaciones, esto es lo que dicen los medios de comunicación a propósito de un reciente estudio publicado en Aging and Mechanisms of Disease.
Sin embargo, si leemos el artículo nos daremos cuenta que no dice eso. El experimento se ha realizado con moscas de la fruta, no con seres humanos. Los autores del estudio describen la exposición de diferentes grupos de moscas de la fruta a tres condiciones de luz diferentes:
- 24 horas de oscuridad total
- 12 horas de luz blanca con un filtro de luz azul y 12 horas de oscuridad
- 12 horas de luz azul concentrada y 12 horas de oscuridad
Además, la azul utilizada en su estudio fue mucho más fuerte de lo que se podría encontrar en un teléfono móvil. Es decir, que no solo estamos hablando de moscas, sino que es poco probable que pasemos hasta 12 horas directamente frente a una luz azul todos los días (debería ser más tiempo dado que ni siquiera somos moscas), o que sea lo suficientemente brillante (en realidad la luz del móvil es muy poco brillante comparada con, por ejemplo, la luz diurna) o se proyecte en un ángulo correcto para que podamos experimentar, supuestamente, el mismo envejecimiento que las moscas.
Así que la luz azul, probablemente, no nos hará más viejos (ni afecta a los ojos ni provoca ceguera), aunque, como en todo, no deberíamos abusar de ella durante las horas de sueño.