La vigorexia, la ortorexia o la hipocondría son solo algunas de las manifestaciones patológicas de la preocupación excesiva por mantener una excelente salud.
Sin embargo, según un estudio recientemente publicado acerca de 7.052 personas durante un periodo de 12 años, el exceso de publicación podría ir en contra del objeto de la propia preocupación, la salud, porque afectaría negativamente al corazón.
La conclusión del estudio es que los enfermos imaginarios son más propensos que el resto de la población a padecer problemas cardiacos, concretamente un 73 % más de posibilidades de desarrollar una enfermedad del corazón que quienes no se preocupaban. De esta forma, la ansiedad se confirma como un riesgo para el corazón similar al tabaquismo o la obesidad.
Los individuos analizados, nacidos entre 1953 y 1957, habían pasado por chequeos médicos entre 1997 y 1999 y rellenaron cuestionarios sobre su salud, estilo de vida y nivel educativo.
Imagen | Molly DG