Seis de cada diez investigadores postdoctorales piensan que la pandemia ha empeorado sus perspectivas profesionales, y uno de cada cuatro siente que sus supervisores no han hecho lo suficiente para apoyarlos durante la pandemia.
Además, el 23% de los encuestados dijo que ha buscado ayuda para la ansiedad o la depresión causada por su trabajo, y otro 26% desearía esa ayuda pero aún no la ha buscado.
Encuesta en 96 países
Estos son los datos que refleja una encuesta llevada a cabo por la revista Nature a postdoc, ya de por sí en una situación precaria y estresante.
Incluso, el 51% de los encuestados en la última encuesta han considerado dejar la investigación activa debido a problemas de salud mental relacionados con el trabajo.
La encuesta se realizó en junio y julio, y más de 7.600 personas respondieron desde 19 disciplinas diferentes. La muestra, un grupo autoseleccionado distribuido en 93 países, no es completamente representativa a nivel mundial, porque la inmensa mayoría de los encuestados están en Europa y América del Norte. Con todo, el panorama que se vislumbra es sin duda preocupante.
La investigación postdoctoral o posdoctoral es la investigación académica o científica llevada a cabo por una persona que ha completado sus estudios de doctorado, normalmente dentro de los años siguientes a su titulación, así que, para amortiguar estos efectos, algunas instituciones han llevado cabo estrategias distintas. Por ejemplo, la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NSF) ha extendido los plazos de los proyectos y ha ordenado a las universidades que continúen pagando los salarios de los postdoctorados financiados por la NSF, aunque la investigación hata tenido que ser suspendida.
Con todo, esta situación no será sostenible durante mucho tiempo, pues los costes son grandes y la movilidad global de los estudiantes será mucho menor de lo habitual en el próximo año académico, así que algunas instituciones perderán una buena fracción de sus ingresos por tasas.