A casi todos nos parecía bastante obvio el resultado de esta investigación, pero no está de más constatarla: sí, correr es mejor que andar ligero, si lo que pretendemos es perder kilos.
Que se lo digan a el científico francés Philippe Fuchs, un investigador de realidad virtual que ha realizado una megamaratón de 10.185 kilómetros que cubre la distancia entre París y Pekín. En su viaje había cubierto 85 kilómetros diarios. Podéis leer más sobre esta hazaña, así como otros ejemplos de personas que corren mucho, en Correr, otra forma de ver mundo: 50.000 km a pie, un corredor de 100 años y footing para ver monumentos.
Es la conclusión a la que han llegado investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley de California tras un estudio realizado durante 6 años con 15.237 personas que caminan habitualmente y 32,216 que salen a correr varias veces por semana.
Según la investigación, la pérdida de peso y la variación en el Índice de Masa Corporal(IMC) puede llegar a ser un 90% superior por cada hora dedicada a correr en lugar de a caminar, especialmente en personas con sobrepeso y obesas, según recoge la revista especializada Medicine & Science in Sports & Exercise.
Sin embargo, si lo que queréis es quemar mucha más grasa de lo normal, deberéis practicar una modalidad de footing que lleva años poniéndose de moda: correr hacia atrás.
Esta forma de practicar footing, que empezó a popularizarse en Estados Unidos desde Italia y Austria, se denomina retro running. Porque esta modalidad de footing aumenta la fuerza de los músculos traseros de las piernas, poco empleados durante las carreras hacia delante, y también ayuda a quemar casi un cincuenta por ciento más de calorías, amén de que demanda mayor esfuerzo del sistema cardiovascular.
Vía | Muy Interesante
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