Estaba desayunando esta mañana y me he encontrado con esta noticia. Y casi me atraganto con los crispis con colacao. Vuelvo a leerla. La acupuntura se implanta como terapia también en animales. ¿Se puede clavar una aguja a un erizo? Pues sí, y además es beneficioso. (Nótese el chiste del redactor de la noticia).
La noticia afirma que los veterinarios ya hace una década que usan esta técnica para curar todo tipo de problemas en los animales (lo cual evidencia que ser veterinario o tener cualquier otra carrera no te otorga un conocimiento absoluto de todas las ramas de la ciencia ni tampoco te dota de un sentido escéptico elemental).
Pero lo que ya no tolero es la siguiente afirmación: “También en ellos los efectos curativos de la acupuntura están demostrados.”
Hombre, pues no. Los efectos curativos no han sido demostrados en seres humanos, y tampoco en animales. Quizás algún día se demuestre que la acupuntura es algo más que pseudociencia, pero, para empezar, la teoría en la que sustenta es falsa (¿bloqueos en puntos meridianos de energía chi?).
Una cosa es que determinada técnica cure a un enfermo o a un grupo de ellos. Pero de ello no puede desprenderse que entonces dicha técnica sea la responsable directa de la curación. El placebo es realmente muy poderoso, y por ello muchas medicinas nuevas no salen al mercado hasta que han superado el doble ciego (es decir, ni el sujeto experimental ni el propio experimentador sabían si estaba administrando la medicina o un placebo).
En el caso de la acupuntura esto es más difícil, porque el paciente siente las agujas en su piel. Pero, con todo, se han hecho diversas pruebas para evidenciar el placebo.
Los resultados de investigaciones serias y bien formuladas han demostrado que cuando se aplican las agujas en puntos fuera de los “oficiales” o “reales” o cuando se utilizan agujas falsas, donde la punta se retraen (como en los cuchillos de las películas) o no son bien insertadas en la piel de los pacientes, no hay gran diferencia entre los reportes de los pacientes que reciben acupuntura “real” y los que reciben la “falsa”, es decir los resultados son muy parecidos, indicando que no hay diferencia o relación alguna con los supuestos puntos meridionales energéticos y la supuesta curación.
Por el momento, pues, es realmente aventurado afirmar que clavar agujas para curar o quitar dolores es algo constatado científicamente. Que sea una técnica milenaria, como se apunta en muchos artículos, tampoco resulta válido: la tradición no es un argumento científico.
Pero en el caso de la acupuntura practicada en animales, me encuentro con el siguiente análisis de Círculo Escéptico, donde se han dedicado a analizar críticamente un artículo publicado en Nature Neurosciencie: Adenosine A1 receptors mediate local anti-nociceptive effects of acupuncture.
Os recomiendo su lectura. Pero, de forma resumida, podemos entresacar que, al clavar las agujas en ratones, los niveles de adenosina se elevaban (la adenosina es un potente agente analgésico). Pero no era suficiente con clavarlas solamente, sino que había que girarlas (supuestamente para equilibrar el chi).
Pero lo que sucede es que al dañar los tejidos celulares con esos giros de aguja, se estimula la producción de adenosina. Cualquier herida, pues, serviría para lo mismo.
Vía | Noticia
Más información | Círculo Escéptico / Espejo Escéptico
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