Popeye no tenía razón (o más bien la campaña de marketing para fomentar la buena alimentación): si quieres que tus músculos sean de hierro, come manzanas. Concretamente, el ácido ursólico presente en la manzana. Según revela un estudio del endocrinólogo Christopher Adams, de la Universidad de Iowa, publicado en la revista Cell Metabolism, esta sustancia reduce el desgaste muscular y promueve el crecimiento de los músculos.
Una sustancia que abunda en la piel de varias frutas, incluidas las manzanas, peras, ciruelas y arándanos, o en plantas como el saúco, menta, romero, lavanda, orégano, tomillo o albahaca. Pero en la cáscara de la manzana se encuentra especialmente concentrado.
El experimento fue realizado con ratones. Al administrarles un chute de ácido ursólico, los ratones aumentaban el tamaño y la fuerza de su musculatura, como Hulk. Este efecto se produce porque se estimula a dos hormonas que incrementan la musculatura: el factor-1 de crecimiento (IGF-1) y la insulina.
Ahora queda averiguar si el efecto en humanos es el mismo. Porque, además, los ratones alimentados con ácido ursólico estaban protegidos de la atrofia muscular causada por el ayuno y por el daño nervioso. Es decir, en palabras de Adams, de confirmarse estos resultados con humanos, podría emplearse el compuesto para tratar la distrofia muscular, una afección que castiga habitualmente a pacientes que llevan tiempo en el hospital o postrados en cama, y para la cual no existe cura en la actualidad:
La atrofia muscular causa grandes problemas (...) es muy común y afecta a la mayoría de las personas en algún momento de su vida, ya sea debido a enfermedades o al envejecer.
El estudio de Adams también reveló otros efectos beneficiosos gracias a la ingesta de manzanas: como la reducción de la grasa en el cuerpo, y una disminución de la glucosa en la sangre, el colesterol y los triglicéridos. Y además limpia los dientes.
Aunque se sabe que este compuesto está presente en alimentos que ya eran considerados como muy saludables, como la manzana, no se conoce aún cuántas piezas de fruta habría que tomar (con piel, claro está) para que el efecto fuera visible, en el caso de que fuera extrapolable a humanos.
Sería genial que el ácido ursólico redujera la atrofia y la grasa corporal en las personas, y sería aún mejor que la gente pudiera adquirir suficiente ácido ursólico comiendo frutas como las manzanas. Pero aún no sabemos si será así.
Finalmente, el refrán “a diario una manzana hace a la gente sana”, puede revelarse más cierto de lo que creíamos. Mal que le pese a Popeye.
Por cierto, si queréis saber más sobre las manzanas, en Xataka Ciencia os presentamos una lista de curiosidades sobre ellas. Por ejemplo: las manzanas son mas eficientes que la cafeína para mantener a la gente despierta en las mañanas.
Vía | Noticias de salud
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