Perderse en la nieve es casi tan frustrante como perderse en mitad de un océano: estás rodeado de agua, pero beberla no te quitará realmente la sed, sino que te producirá más. En el caso del océano, por la sal.
En el caso de la nieve, si nos encontramos perdidos en la montaña bajo condiciones poco halagüeñas, si comemos nieve haremos descender de golpe nuestra temperatura corporal. Además, su ingesta podrá ocasionarnos también quemaduras en la boca y los labios, que al infectarse dificultarán la ingesta de otros alimentos y líquidos.
En caso de que necesitemos agua con urgencia, es preferible comer hielo antes que nieve, ya que contiene una mayor proporción de agua y no tanto de aire. Sin embargo, si no hay hielo a la vista, entonces deberemos derretir la nieve antes de tomarla, teniendo presente que cuánto más compacta sea y a más profundidad se encuentre, más agua generará.
Los contaminantes atmosféricos que absorbe la nieve durante su formación no son más peligrosos que los del aire que respiramos con normalidad, así que no reviste peligro comer nieve de forma ocasional, sin abusar: la nieve contiene un cierto número de bacterias que pueden desencadenar infecciones en nuestro organismo.
Dicho lo cual, quizá te interese responder a la pregunta ¿Es malo para la salud beber agua de lluvia?
Vía | eHow
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