Las patatas fritas son una delicia, y a menudo resultan incluso adictivas (tanto como la marihuana, de hecho). Pero el verdadero problema de las patatas fritas es otro.
Y es que su consumo puede duplicar la probabilidad de muerte prematura.
Patatas fritas y salud
Según un estudio recientemente elaborado por nvestigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Brescia y la sociedad CEINGE Biotecnologie Avanzate (Italia), comer patatas fritas con frecuencia no es buena idea. De hecho, es una idea bastante mala.
En particular, el estudio sugiere que comer de dos a tres raciones de patatas fritas por semana puede no solo aumentar sino duplicar el riesgo de muerte prematura, tal y como plasman en el artículo publicado en The American Journal of Clinical Nutrition.
El estudio se basa en datos del estudio de cohortes de la Iniciativa de Osteoartritis de Estados Unidos con 4.440 adultos, de entre 45 y 79 años de edad. Durante los 8 años que duró el estudio, 236 participantes fallecieron. Al parecer, lo que resulta nocivo no es la patata en sí, sino el hecho de que esté frita.
El estudio es meramente observacional, así que no estamos ante una afirmación categórica. Con todo, no es la primera vez que se vinculan las patatas fritas con problemas de salud.
Por ejemplo, el consumo de patatas fritas es una de las principales vías de exposición a la sustancia cancerígena llamada acrilamida, que constituye una verdadera una preocupación para la salud pública.
Además, el consumir frecuentemente patatas fritas nos puede llevar a un problema grave de sobrepeso (todo un problema mundial), lo que también nos puede conducir a sufrir de enfermedades como la diabetes, la hipertensión, entre otras.
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