Nada nuevo bajo el sol: los excesos no son buenos, ni los excesos sedentarios ni los excesos en el deporte en plan Rocky. Pero ahora viene confirmado por un estudio realizado por un equipo del Idipaps (Hospital Clínic), que demuestra por primera vez que un exceso continuado de ejercicio físico puede provocar fibrosis y arritmias cardíacas.
El objetivo del estudio, que ha durado cinco años, fue determinar en un modelo animal los efectos crónicos del ejercicio a largo plazo, algo muy difícil de realizar en humanos por el punto de cronicidad. Para ello, el equipo del Clínic de Barcelona sometió a un grupo de ratas a una hora de ejercicio diario intenso durante 4, 8 y 16 semanas (lo que podría ser equivalente en humanos a un entrenamiento diario durante 10 años); y lo comparó con otro grupo de ratas sedentarias (grupo control).
Ante este estudio es inevitable recordar la historia de James F. Fixx, un neoyorquino que fue el responsable de que el footing se pusiera de moda en todo el mundo.
Fixx empezó a correr a los 35 años, cuando pesaba casi 100 kilos y fumaba unos dos paquetes de tabaco al día. Perdió 30 kilos, dejó de fumar y escribió un libro sobre la hazaña, Complete Book of Running, que estuvo 11 semanas en el número uno de la lista de los libros más vendidos, convirtiéndole en un hombre rico y popular.
Central Park ya no volvería a ser lo mismo, ni por sus corredores ni por las cintas de toalla para el pelo para que el sudor no te entrara en los ojos. Sin embargo, un día cualquiera, después de su sesión maratoniana diaria, Fixx murió de un ataque al corazón. Una ironía parecida a la que se dio en el caso de Allen Carr, autor del bestseller mundial Es fácil dejar de fumar si sabes cómo: falleció de cáncer de pulmón.
Vía | EFE
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