La investigación en el terreno de las baterías para cualquier suerte de dispositivo móvil, o electrónico en general, avanza a pasos agigantados. Las recientes polémicas en cuanto a las baterías que sufren combustión espontánea parce que impulsan la investigación para lograr mejoras importantes en este sentido, y al menos a la compañía coreana Rocket le viene de perlas para anunciar su nueva invención.
Se trata de una batería que está literalmente incrustada en una lámina de papel. A falta de detalles, parece una suerte de impresión de la batería en el papel, que seguramente tendrá ciertas propiedades eléctricas. Esta batería recuerda mucho a una investigación de Enfucell en el campo de la tecnología de baterías de papel flexible, que en marzo de este año recibió financiación por valor de 600.000 euros para el desarrollo de estos ingenios. La batería de papel funciona básicamente convirtiendo energía química en energía eléctrica. El principio básico se basa en que en ambos lados de la batería (ánodo y cátodo) se produce una de las dos reacciones de oxidación-reducción: si en el ánodo se oxida un metal, en el cátodo se reduce un óxido cuando el circuito se cierra. En ambas baterías se consiguen tensiones nominales de 1.5V, y aproximadamente corrientes de 1.5 mA.
Las aplicaciones de estas baterías abarcan todo tipo de aparatos electrónicos, siendo especialmente indicadas para dispositivos RFID(Radio Frequency Identification), smart cards, LEDs en papel e infinidad de aplicaciones más.
Via | Impact Lab
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