Ayer tuve la oportunidad de acudir al concierto de ZZ Top en Barcelona (sí, me hago viejo y su música significó mucho en mi juventud, sobre todo desde que la descubrí con Regreso al futuro). Pero esta entrada no va de confesiones personales. Allí de pie ante los tres barbudos tejanos, en ocasiones me lanzaban unas ondas sonoras que me hacían vibrar la ropa y el cuerpo. Quise twittear el momento. Y me quedé sin batería.
Algo que no hubiera pasado esta camiseta lanzada por Orange, especialmente diseñada para los conciertos. Y es que la camiseta se alimenta del ruido ambiente, y la energía que acumula se emplea para recargar el móvil. La camiseta cuenta con un conector para el teléfono y un sistema para sujetarlo mientras se está cargando.
Y todo gracias a la tecnología piezoeléctrica, que es capaz de transformar las ondas sonoras en una carga eléctrica a través de la compresión de los cristales de cuarzo entrelazados. Una vez que la carga eléctrica se genera, se almacena en una batería de reserva que puede, a su vez, ser utilizado para cargar su dispositivo móvil o quién sabe para qué.
Todos los principales componentes electrónicos de la camisa se pueden quitar fácilmente para que la camiseta se puede lavar como cualquier otra camiseta.
Según el sitio web de tecnología The Register, incluso en el transcurso de un fin de semana de conciertos, las camisetas sólo se almacenará cerca de seis vatios. Que pueden “recargar un teléfono inteligente una vez, si tienes suerte“. A pesar de ello, puede ser toda la carga que necesitarás a lo largo de un fin de semana.
Tal vez la solución para obtener más energía sea ponerse más ropa con tecnología piezoeléctrica. La misma Orange, el año pasado, produjo botas de agua con cargadores en el talón, que se recargan con cada paso. Quién sabe, en poco tiempo tu guardarropa entero puede convertirse en una planta portátil de energía portátil.
Vía | Physorg
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