Aun es un prototipo pero hay que reconocer que la idea es brillante. Componentes baratos, programas gratuitos y redes “entre pares” siguiendo el modelo de Emule. El resultado es una herramienta barata para detectar un maremoto y avisar de ello permitiendo la evacuación a tiempo. Y todo mientras el usuario utiliza su ordenador normalmente
Para poder leer las pistas de un disco duro es necesario que la cabeza lectora que lo sobrevuela sea capaz de ajustar con precisión su distancia al mismo. Para ello tiene que compensar todos los movimientos y vibraciones que experimentan tanto el disco como la cabeza lectora. Y un sismógrafo no es más que un detector de vibraciones.
La idea seria la siguiente. Un pequeño software en el disco duro analiza las vibraciones y se centra en aquellas cuya frecuencia e intensidad pueden corresponderse con un movimiento sísmico. Naturalmente pueden deberse a otras muchas causas dado que el ordenador esta lleno de vibraciones y armónicos en diferentes frecuencias. Para descartar falsos positivos el ordenador se pondría en contacto con otros para descubrir si también han detectado una posible señal. Dado que las ondas sísmicas pueden desplazarse hasta 10 veces más rápido que las olas de un maremoto seria posible evacuar zonas peligrosas antes de que estas lleguen.
De momento, el sistema es puramente experimental y no puede utilizarse para hacer predicciones fiables pero hay mucho espacio para mejoras. Los discos duros son cada vez son mas pequeños y sus cabezas lectoras más diminutas y sensibles mientras la potencia de los ordenadores también aumenta. Seguramente oiremos mas noticias sobre este tema.
Vía | The Inquirer y Network World
Más información | Michael Stadler