Tanto los asientos en el metro como otros transportes públicos, como el autobús, están dirigidos preferentemente a personas mayores, a personas alguna discapacidad y, también, a las mujeres embarazadas. Sin embargo, no siempre ocurre que el pasajero ceda su asiento, y solicitarlo acostumbra a ser incómodo.
Para ello se ha diseñado el dispositivo que podéis ver en funcionamiento en el vídeo que encabeza esta entrada.
Pink Light, que así se llama, es un proyecto piloto instalado en uno de los trenes que une las ciudades de Busan y Daehong, en Corea del Sur.
Un beacon es adquirido por la mujer embarazada u otro de los pasajeros mencionados anteriormente, y un dispositivo Bluetooth emite un pequeño aviso sonoro y se ilumina cuando detecta la proximidad de alguna de los beacon.
Vía | BBC
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