AirSage procesa diariamente 15.000 millones de registros de geolocalización de los desplazamientos de millones de usuarios de telefonía móvil, a fin de elaborar informes en tiempo real sobre el tráfico de más de cien ciudades de Estados Unidos.
En un ejemplo como otros tantos para crear una suerte de mente colmena en la que poder organizarnos todos a la hora de conducir y así evitar esos atascos cada vez más preocupantes.
Dónde estás en cada momento
En breve, se podrá saber en tiempo real, usando el ping de los teléfonos móviles, el estado de las carreteras, pero también quienes conducen peor, quienes contaminan más, quién está estacionado incorrectamente. Así lo explica Jeremy Rifkin en su libro La sociedad del coste marginal cero:
Senrores colocados en los bordillos de las aceras indican a los conductores la disponibilidad de plazas de aparcamiento. Las carreteras y autovías “inteligentes” mantienen informados a los conductores sobre accidentes y retrasos. Las compañías aseguradoras están empezando a experimentar con sensores en los vehículos para obtener datos sobre las horas del día en que se utilizan, los lugares donde se encuentran y las distancias recorridas en un período dado de tiempo con el fin de predecir riesgos y determinar las primas.
Ello no solo traerá aparejado una pérdida de nuestra intimidad, sino la asunción de que el sistema nos puede manejar de forma más eficiente, incluso si eso supone no decirnos la verdad. Por ejemplo, cuando le solicitemos a nuestro navegador la mejor ruta, la más rápida o la que tenga menos congestión, puede que el propio navegador nos engañe para disolver más eficazmente un tapón de tráfico