La impresión 3D cada vez concibe cosas más diversas, desde comida hasta órganos, pasando por una pieza para la Estación Espacial Internacional. Pero si hablamos de tamaño leviatanesco, ¿cuál es el objeto sólido impreso en 3D más grande de todos los que jamás se han creado?
Un ala de avión
Una herramienta de corte de 2,33 metros cúbicos, diseñada para emplearse durante la fabricación de las alas del avión Boeing 777, fue impresa por Iak Ridge National Laboratory y Boeing Company, ambas de Estados Unidos, en Oak Ridge, Tennesse, el 29 de agosto de 2016.
Se tardaron 30 horas en imprimir la herramienta con la máquina Big Area Additive Manufacturing (BAAM).
Las impresiones 3D gigantescas cada vez serán más comunes. Por ejemplo, el barco impreso en 3D más grande es una barca de remos concebida a partir de botellas de plástico fundidas y convertidas en un objeto flotante de una pieza: 2,13 metros de largo y 18,14 kg de masa.
También, el 15 de enero de 2016, el American Museum of Natural History de Nueva York adquirió el esqueleto impreso en 3D más grande: uno completo de Titanosaurio que tiene 37 metros de largo.
Naturalmente, ya hay coches impresos en 3D, motocicletas y hasta una aeronave: la THOR, toda ella en 3D a excepción de sus sistemas eléctricos.
Si hablamos de materiales resistentes, entonces el objeto metálico más largo jamás impreso en 3D es una pieza de aluminio de doble cara de 6 metros de largo y 300 kg de masa concebido en octubre de 2016 por investigadores de la Universidad de Cranfield, en Reino Unido.
Para crear este monstruo metálico, se empleó una impresora 3D Wire + ARc Additive Manufacturing (WAAM).