El coste en energía eléctrica de enviar información a través de Internet, si bien es muy bajo, casi minúsculo, todavía es significativamente cuantificable.
Se estima que enviar un megabyte de información a través de la Red cuesta actualmente unos 0,001 dólares. Es poco, pero sumándole todo el uso que la humanidad hace de la Red, resulta que Internet consume hasta el 1,5 % de toda la electricidad mundial con un coste de 8.500 millones de dólares.
Pero esto no ha hecho más que empezar. Cada vez hay más millones de personas navegando por la Red, y cada vez enviamos más información. Tal y como lo explica Jeremy Rifkin en su libro La sociedad de coste marginal casi cero:
Google consume la misma electricidad que 200.000 viviendas. Gran parte de la electricidad se destina a servidores y centros de datos de todo el mundo. En 2011, y solo en los Estados Unidos, la electricidad consumida por servidores y centros de datos tuvo un coste aproximado de 7.500 millones de dólares. El Gobierno federal ha pasado de tener 432 centros de datos en 1998 a tener 2.094 en 2010. En 2011 había en todo el planeta más de 509.000 centros de datos que ocupaban 26,5 millones de metros cuadrados, una superficie equivalente a 6.000 campos de fútbol.
Mucha de esta energía eléctrica empleada se transforma en calor, un calor que debe disiparse con equipos de refrigeración que también consumen electricidad: entre el 25 y el 50 % de la electricidad se destina a refrigerar las instalaciones.
Como explicamos en Internet también contamina, el buscador Google, que ya funciona como una especie de biblioteca de Alejandría, no genera una cantidad de dióxido de carbono tal como lo haría una biblioteca de semejante tamaño. Pero lo hace:
Una simple búsqueda en el buscador genera unos 7 gramos de dióxido de carbono. Para que os hagáis una idea de la cifra, hervir una tetera produce unos 15 gramos. Y es que Google funciona mediante electricidad, y la electricidad es real.
El futuro del consumo de Internet
Pero ya hay en marcha diversas investigaciones para reducir considerablemente el consumo de energía de Internet, que ya de por sí es bajo, hasta niveles de coste marginal próximo a cero. En enero de 2013, investigadores del European Bioinformatics Institute de Cambridge, Inglaterra, presentaron un método consistente en almacenar datos en ADN sintético.
De esta forma, lograron almacenar cinco archivos, entre los que estaban el mp3 del discurso “I have a dream” de Martin Luther King Jr. o un artículo de Watson y Crick describiendo el ADN, transformando los ceros y unos en las letras del ADN.
Según George Church, investigador de Harvard, la información que hoy se almacena en todas las unidades de disco del mundo se podría almacenar en una cadena de ADN que cabría en la palma de la mano. (…) Hoy por hoy, el coste de leer el código es elevado y se tarda mucho tiempo en decodificar la información. Pero los investigadores confían en que la bioinformática también irá avanzando de una manera exponencial y que el coste marginal se acercará a cero en los próximos decenios.
Imágenes | Pixabay
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