Hod Lipson, de la Universidad de Cornell, hace algún tiempo que creó un programa que, a partir de información, es capaz de deducir el principio científico que la sustenta. Su nombre es Eureqa, en honor de ese Eureka proferido por Arquímides tras su hallazgo científico.
En definitiva, un dispositivo que, en lo sucesivo, a menudo que se torne más sofisticado, podría ayudar a los científicos a avanzar en diversos campos de la ciencia.
Pero ¿cuál fue la primera teoría científica que descubrió Eureqa. Lo explica así Juan Scaliter en su libro Exploradores del futuro:
En el primer test el equipo de Lipton introdujo los datos de un doble péndulo en movimiento. En poco tiempo Eureqa había deducido la segunda ley de movimiento de Newton. Lo que al padre de la gravedad le llevó años de trabajo, a este programa le ocupó algunas horas y en un ordenador como en el que estoy escribiendo.
Eureqa, cuya descarga es gratuita, ya ha materializado muchos más hallazgos, como la explicación de movimiento de bacterias, ecuaciones matemáticas y el comportamiento de animales gregarios. Con todo, algunos resultados no son comprensibles:
Lipton ahora está siguiendo el camino inverso: no enseña a Eureqa a aprender sino que la programa para que aprenda a enseñar. Gracias a ello Gurol Suel, microbiólogo de la Universidad de Texas, no solo pudo elaborar una ecuación basada en el comportamiento de la bacteria del suelo Bacillus subtilis, sino que, como no la comprendía, ingresó los resultados obtenidos en el programa y fue Eureqa misma quien los explicó.
Tal y como señala el propio Lipson:
Tendemos a pensar de la ciencia como una búsqueda de ecuaciones, del tipo de E = MC2, que son simples y elegantes. Pero tal vez algunas teorías son complicadas, y parece que [los humanos] sólo podemos encontrar las más simples. Esas constituyen un bastión inalcanzable por ahora. Pero los algoritmos que hemos desarrollado nos podrían permitir llegar a ellas.
Big Data científico
Algunos temas relacionados con el genoma, las proteínas y la mecánica celular han resultado increíblemente difíciles de analizar, ¿programas como Eureqa logrará llegar a ellos? Algunos científicos han comenzado a utilizar este programa para descubrir la forma en que interactúan algunas drogas en la sangre, o los mecanismos que permiten a las células dividirse y multiplicarse.
Es solo el principio de nuevos descubrimientos que surgen de la administración de gran cantidad de datos, algo así como ya empezamos a ver, también, en la minería de datos del Big Data: una herramienta que nos permite descubrir correlaciones fuertes en un mundo donde abundan los datos y podemos acceder a ellos de forma rápida y barata, a diferencia de los experimentos que persiguen las causas, extremadamente largos, complejos y caros.
El diagnóstico médico a través del Big Data, por ejemplo, quizá suprima en breve en breve a la mayoría de los profesionales médicos (y sus alarmantes cifras de errores diagnósticos). Tal y como advierte Jeremy Rifkin en su libro La sociedad del coste marginal cero:
La asistencia médica, que tradicionalmente ha sido una relación privada entre médico y paciente en la que el primero prescribía y el segundo obedecía con pasividad, de repente se ha convertido en una relación entre iguales y de escala lateral donde pacientes, médicos, investigadores y otros profesionales de la saludo colaboran en procomunes en red abiertos con el fin de fomentar la atención al paciente y la buena salud de la sociedad.
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