Hasta ahora, lugares virtuales como Second Life ya permitían intercambiar Linden Dollars (LD), la moneda oficial, por dólares de curso legal. En 1996 nació una de las primeras monedas digitales del mundo: se llamama E-gold y estaba respaldada por el oro. Ideada por Satoshi Nakamoto en 2009, la Bitcoin es el primer caso de moneda digital que ha logrado prosperar en el mundo (la primera vez que se manejó este concepto fue en 1998 por Wei Dai en la lista de correo electrónico Cypherpunk).
La economía de la moneda digital es aún muy pequeña (comparadas con las oficiales), pero las cosas están evolucionando tan rápidamente que no dejan de evidenciarse lagunas legales de difícil solución.
Lo que pone en evidencia el bitcoin, así como otras monedas o sistemas de pagos que solo existen en el mundo de los ceros y unos, como PayPal, es el poder de la tecnología para forjar confianza entre semejantes, estableciento consenso entre todos los nodos que forman la red.
Las bitcoins, pueden ser enviadas por Internet a cualquiera que tenga una “dirección Bitcoin”. Su diseño permite hacer las gestiones de forma completamente anónima. Las monedas se guardan en cualquier ordenador en forma de un archivo “monedero” o bien custodiadas por un tercero que ofrezca la gestión de este tipo de archivos.
Debido a su naturaleza anónima, no se puede saber cuántas personas usan estas monedas, y para operar Bitcoin recurre a un sistema similar a eBay: quienes poseen el dinero y aquellos que tienen un bien o un servicio se conectan a la página e intercambian posesiones. Tal y como explica Juan Scaliter en su libro Exploradores del futuro:
Ni los gobiernos ni los bancos han tomado aún cartas en el asunto, no porque no quieran, pues la cifra es tentadora, sino porque todavía nadie sabe qué hacer con él. Quienes lo usan, ¿deben pagar impuestos? ¿Se puede cobrar comisiones por este dinero? La tecnología, otra vez más, va por delante de la ley.
Un porcentaje cada vez mayor del comercio en la red se lleva a cabo con monedas alternativas al euro, al dólar o a la libra esterlina, lo que pueden abrir nuevos caminos legales, pero también sociales todavía difíciles de pronosticar:
La fusión entre nuevas tecnologías y nuevas economías resulta tan atractiva que, por un lado, Elon Musk, el creador de Tesla Motors, Space X y PayPal, está creando una versión interplanetaria de esta última. Y por otro Arthur Brock, experto en economía y en tecnologías venideras, ya imparte clases para quienes deseen convertirse en expertos en monedas alternativas en el Institute for the Future.
Hoy en día hay más de 14 millones de bitcoins, y en 2020 habrá unos 18 millones. Y éstos son algunos de los posibles escenarios futuros.