Gracias a una nueva técnica de impresión 3D desarrollada por investigadores de UCL, la luz de la pantalla de un teléfono inteligente se puede utilizar para imprimir medicamentos.
El método podría facilitar la preparación de medicamentos personalizados en clínicas, áreas remotas o incluso en los hogares de los pacientes.
Impresora médica del tamaño de una máquina de café
Los investigadores utilizaron una nueva impresora basada en teléfonos inteligentes, una versión de la impresora M3DIMAKER que desarrollaron en colaboración con una empresa derivada de UCL, FabRx, cofundada por tres miembros del equipo de investigación de UCL.
Si más ensayos tienen éxito y la tecnología médica obtiene la aprobación regulatoria, un paciente podría tener su propia impresora 3D médica en casa, del tamaño de una máquina de café.
Se enviaría a un paciente una formulación de resina personalizada que forma la base del Printlet (tableta impresa en 3D), que constituye el medicamento requerido disuelto en una solución de un químico fotorreactivo. Su médico le recetaría una dosis fija del medicamento. Luego, el paciente vierte la solución del fármaco en el tanque de resina de su impresora.
Luego usan una aplicación móvil para personalizar la forma del Printlet. El paciente inserta su teléfono inteligente en la impresora, donde la luz de la pantalla reacciona con la solución del fármaco para solidificarse en un Printlet del tamaño y la forma adecuados con una cantidad determinada del fármaco.