Como si te transformaras en un mutante de la saga X-men, un nuevo dispositivo te permite ver colores que antes no eras capaz de distinguir.
Para ello, el dispositivo es como si te hubiera otorgado un cuarto cono para poseer visión tetracromática: naturalmente, los seres humanos tenemos tres conos que reaccionan a longitudes de onda cortas (azul), medianas (verde) y largas (rojo).
El cuarto cono
Desarrolladas por un equipo de investigadores de la universidad de Wisconsin-Madison, estas gafas engañan a nuestro ojo para que actúe como si tuviera un cuarto cono.
Estas gafas funcionan mediante filtros de color que permiten distinguir los colores metaméricos, aquellos que parecen iguales a simple vista pero en realidad reflejan longitudes de onda diferentes.
El funcionamiento es en apariencia muy simple: se usan dos filtros, uno para cada ojo, que impiden que pasen determinados segmentos del espectro de luz azul, de modo que que cada ojo recibe información ligeramente distinta acerca de los objetos azules.
¿Para qué pueden ser usadas unas gafas como éstas? Básicamente, para percibir más matices en las cosas: por ejemplo, si una fruta se ha podrido.
Los seres humanos podemos distinguir unos 2,3 millones de gradaciones de color. Ello es posible gracias a la interacción de tres tipos de células cónicas en la retina, cada una de las cuales tiene un pigmento especialmente sensible a la luz de una parte diferente del espectro visual: rojo, verde y azul.
Sin embargo, hay muchos colores que no distinguimos, e incluso en función de nuestros genes percibimos el mismo color con matices diferentes. Las personas con tetracromía tienen cuatro tipos diferentes de conos (como si ya llevaran estas gafas mutantes), lo que les permite distinguir muchos más colores que el resto de las personas.
Una de estas mujeres con tetracromía es Concetta Antico, y, tal y como afirma, cuando mira al cielo por la noche no lo ve negro sino que distingue azules, violetas, e incluso verdes.