Como si imitara a un insecto, este dron está equipado con microespinas para poder aterrizar y adherirse en paredes y techos. El dron también cuenta con una especie de "cola" que le ayuda a maniobrar durante los aterrizajes.
Hao Jiang, su inventor en el Laboratorio Biomimetics and Dexterous Manipulation de Stanford, señala "También estamos interesados en la búsqueda de nuevas estrategias de agarre y, posiblemente, la combinación de microespinas con adhesivos secos que se adhieran a una mayor gama de superficies".
Pudiera parecer una veleidad tecnológica sin demasiado sentido, pero pensado: uno de los problemas de los drones es la duración de la batería, pero con este modo puede ponerse a grabar un plano aéreo depositándose en las alturas, ahorrándose la energía que gastaría con los rotores. Lo podéis ver en acción en el siguiente vídeo:
Vía | Microsiervos
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