El futuro de la energía solar todavía es incierto, pero no podemos negar sus posibilidades habida cuenta de que la tecnología está permitiendo diseñar paneles cada vez más baratos y eficientes. También cabe que se desarrolle una suerte de internet solar, como explico aquí.
A esto se suman gadgets como el siguiente, que ni siquiera necesita una instalación compleja: basta con plantar el Smartflower POP en tu jardín y empezarás a generar electricidad. Como los girasoles, este dispositivo sigue la trayectoria solar gracias a un control astronómico que lo sitúa siempre formando un ángulo de 90º respecto al sol.
En función de la región, según sus creadores el sistema proporciona entre 3.400 y 6.200 kWh, una vez ha desplegado sus pétalos de 18 metros cuadrados, lo que supone la cobertura de la demanda de electricidad de un hogar medio.
Además, estéticamente resulta hasta decorativo, aunque su precio aún sea algo prohibitivo: alrededor de 12.000 euros.
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