Ya habíamos visto tatuajes que transforman nuestro sudor en electricidad, pero este tatuaje, algo así como un wearable que se integra en la piel, puede actuar como un sensor que detecta el ritmo cardíaco, los niveles de azúcar en sangre y otras variables acerca de nuestra salud.
Un tatuaje digital en realidad es un dispositivo electrónico ultrafino, diminuto y resistente al agua que puede adherirse a la piel, o bien insertarse debajo de la misma: en este caso, en realidad estamos hablando de microimplantes.
El eSkin Tatoo, que se sincroniza con tu smartphone, aún está en desarrollo, pero forma parte de una nueva generación de biosensores que funcionarán como wearables integrados en nuestro cuerpo.
Algunos de los cuales ya se comercializan, como algunos de la Universidad de Illinois: el Reebok Checklist de MC10, por ejemplo, un sensor en el cuello que advierte de posibles funciones. La calcomanía ha sido desarrollada por MC10, a partir de obleas de sicilio. Es de aplicación directa en la piel, y aunque aguanta en la piel dos semanas, es recomendable sustituirla cada 7 días, para evitar posibles dermatitis. Se quiere probar su dispositivo en pacientes con esclerosis múltiple, párkinson o epilepsia, avanzando así hacia el tratamiento de enfermedades crónicas.