Como si fuera el Expreso de Hogwarts, ese tren del universo de Harry Potter en el que podemos viajar a otro mundo, el Solar Express es otro tren que aspira a desplazrse a una velocidad de 3.000 kilómetros por segundo. Lo que, en teoría, nos permitiría llegar a Marte en solo 37 horas.
El problema del Solar Express es que, al menos de momento, es tan ilusiorio y fantasioso como el Expreso de Hogwarts.
¿Un diseño demasiado irreal?
Este diseño de tren espacial ha sido concebido por el ingeniero e inventor canadiense Charles Bombardier. La idea es que, una vez alcanzada la velocidad de crucero de 3.000 kilómetros por segundo, el consumo de energía será muy reducido, pues la mayor parte de ésta se invierte en la aceleración y la deceleración.
En otras palabras: Solar Express nunca se detiene, viajando permanentemente al 1% de la velocidad de la luz. Son los vagones o cápsulas las que se añaden a él o se desprenden de él.
Como podemos ver en su diseño, la forma es la de una serie de cilindros alineados. Cada cilindro tendría una longitud de al menos 50 metros, y un tren estaría compuesto por seis cilindros colocados en una línea recta.
Si bien el principal sistema de energía procedería de propulsores de iones, unos paneles solares de tamaño considerable situados a lo largo del recorrido del tren se usarían para recolectar energía solar para ser transferida por láser hasta supercondensadores. A su vez, los cometas podría ser fuentes de agua para ser usada a fin de crear hidrógeno y propelente.
¿Más fantasía que realidad?
¿Todo demasiado especulativo por el momento? Es posible, no hemos de olvidar que Charles Bombardier no es la primera vez que nos sorprende con diseños que, estéticamente quedan muy bien, pero que obvian muchos escollos técnicos. Como es el caso del avión con el que podrías viajar de Londres a Nueva York en solo 11 minutos.
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