Estamos próximos a una revolución en los cubiertos que usamos para comer. Básicamente, estos cubiertos no han mejorado en nada significativo en las últimas décadas, pero, más allá de nuevas formas, materiales y texturas, el siguiente paso podrían ser utensilios que interactúen con la propia comida.
HAPIfork y Gravitamine
Un ejemplo de ello es un tenedor que vibra para hacerte saber que estás comiendo demasiado deprisa, algo que no resulta saludable. Se trata de un primer prototipo de HAPIfork, un tenedor japonés diseñado para modificar nuestra conducta alimentaria.
El Hapifork se encarga entre otras cosas de medir el ritmo al que estamos comiendo, cuenta el tiempo que tardamos en acabar de masticar los alimentos, la cantidad de veces que llevamos el tenedor a la boca y también controla nuestros horarios de comidas.
Un ejemplo más interesante es Gravitamine, que es capaz de crear la ilusión de peso en la mano del usuario. El sabor de los alimentos no se limita solamente al sentido del gusto, sino que también cambia de acuerdo a otra información percibida, como los sentidos auditivos, visuales, táctiles, o a través de experiencias individuales o antecedentes culturales. Con esta herramienta, pues, se aspira a que al cambiar el peso de lo que comemos también lo sintamos distinto y nos relacionemos de forma distinta con ese alimento.
Otro mercado donde la cubertería inteactiva podría tener futuro es el de los pacientes con dificultades para controlar los movimiento de las manos, como elos enfermos de Parkinson, cuyos temblores pueden provocar que se les caiga la comida. Un ejemplo de ello es Liftware, si bien su estabilizador puede acoplarse a las cucharillas de cafe, cucharas soperas, tenedores , llaves, etc. La herramienta stá equipada con sensores y pequeños motores que ayudan re-equilibrar automáticamente la posición en el sentido opuesto al temblor. Con este sistema logramos anular o controlar el 70 % de los temblores.
Ver 1 comentarios