Desde la Universidad de Linz, por parte de Hubert Egger, nos llega esta pierna protésico que, a diferencia del resto, es capaz de transmitir al usuario el contacto con el suelo a cada paso, tal y como si fuera un miembro real. Como podéis ver en el vídeo que encabeza esta entrada, Wolfgang Rangger se ha convertido así en la primera persona en usar una de estas piernas. Rangger ha asegurado que siente el hormigón, la arena, la grava, el césped, y hasta las pequeñas piedras al momento de caminar.
En vez de llegar la información del cerebro al pie, pues así se controla la pierna protésica, esta pierna táctil funciona en dirección contraria. Lo que también permitirá combatir al llamado «Síndrome del Miembro Fantasma» que muchos amputados sufren. Por el momento, el precio de la prótesis es bastante alto: entre 10.000 y 30.000 euros.
Vía | Neoteo
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